"El Capitán Lancaster, en su viaje de 1601, nos cuenta que en las playas arenosas de la orilla de Sombrero, en las Indias Occidentales, encontró una ramita que crecía como un arbolillo y que al tirar de ella se hundía en el suelo si no se la agarraba con mucha fuerza. Al arrancarla, se descubrí que su riza consistía en un gran gusano; este gusano era tanto más pequeño cuanto mayor era el arbolillo; y en cuanto el gusano se ha convertido completamente en arbolillo, éste se enraíza en el suelo y se desarrolla plenamente. Esta transformación es una de las maravillas más extraordinarias que he podido observar en mis viajes; además, si se arranca este árbol cuando es joven y se le quitan las hojas y la corteza, al secarse se convierte en una piedra muy dura, extraordinariamente parecida al coral blanco; así es como este gusano se transforma por dos veces en dos naturalezas distintas. Recogimos muchos de estos raros arbolillos y los trajimos a nuestro país.
Cierto día llegó la noticia de que una guarnición que formaba una de las postas enclavadas en la línea de Buenos Aires, había sido encontrada asesinada. Al día siguiente llegaron 300 hombres del Colorado bajo el mando del Comandante Miranda. Buena parte de estos hombres eran indios (mansos) que pertenecían a la tribu del cacique Bernantio. Pasaron la noche allí, es imposible concebir nada más primitivo y salvaje que la escena que ofrecía su campamento. Algunos d ellos bebieron hasta emborracharse y otros se bebían la sangre humeante de las reses degolladas para su comida, y después, mareados a causa de su embriaguez, la vomitaban y quedaban cubiertos de su propia inmundicia."
"El Viaje del Beagle" Charles Darwin